¿CALAMAR PARTE 2?. Alcalde Dio Astacio quiere traer otra vez el negocio lesivo para SDE de las «compañías de basura»

El alcalde de Santo Domingo Este, Dio Astacio, está bajo críticas nuevamente por su intento de reintroducir la tercerización en el servicio de recogida de basura, una medida que ha demostrado ser ineficaz en el pasado. Esta estrategia, que busca delegar la gestión a empresas privadas, ha tenido históricos fracasos en la gestión municipal, como lo evidencian los casos del programa LIMPIA durante la administración de Juan de los Santos (Juancito) y los problemas con CORLURSA y DAMKO en tiempos de Alfredo Martínez y Manuel Jiménez.

La administración de Manuel Jiménez logró importantes avances en la recolección de basura al adquirir nuevas flotillas de camiones y mejorar la eficiencia del servicio, alcanzando niveles de limpieza urbana del 90%. Sin embargo, las intenciones de Astacio de revertir estos avances han generado preocupación entre los residentes y líderes comunitarios de la zona.

¿Qué motiva este retroceso? ¿Se trata simplemente de cumplir promesas de campaña a grupos económicos, aunque esto perjudique la calidad de vida en Santo Domingo Este? Estas son preguntas que muchos residentes y observadores están planteando, ante la posibilidad de volver a un modelo probadamente ineficaz en la gestión de residuos en la ciudad.

Este movimiento de Astacio ha despertado críticas por parte de quienes creen que es necesario mantener y fortalecer los logros alcanzados, en lugar de dar marcha atrás a políticas exitosas que han mejorado significativamente la calidad de vida de los ciudadanos.

Con la reciente controversia sobre el intento del Alcalde Dio Astacio de reintroducir la tercerización en la recolección de basura en Santo Domingo Este, surgen legítimas preocupaciones sobre la transparencia en las licitaciones. En lugar de enfocarse en mejorar el servicio de recolección de residuos, parece que Astacio está más preocupado por cumplir compromisos con intereses externos.

Este momento será crucial para evaluar la actitud de los regidores, quienes ya han visto manchada su reputación al apoyar iniciativas polémicas como la instalación de una bomba de combustible en una zona ambientalmente sensible. Ahora, podrían estar tentados a respaldar nuevamente al alcalde en contra de los intereses de la ciudad.

Históricamente, este tipo de decisiones lesivas para la sociedad han estado acompañadas de acusaciones de corrupción, donde grupos económicos con intereses particulares, a veces vinculados a ministerios y otras entidades estatales, se benefician a costa del bienestar común. Aunque estas acusaciones no siempre se han probado, casos como el «Caso Calamar» durante la administración de Alfredo Martínez han dejado huella en la percepción pública.

El caso Calamar solamente comienza pero posee capítulos donde el «negocio de la basura en Santo Domingo Este» es protagonista.

En aquel entonces, se revelaron transacciones financieras entre el Gobierno y la Alcaldía que generaron sospechas de financiamiento irregular de campañas políticas vinculadas al PLD, según datos del caso de corrupción conocido como «Calamar».

Ante estas circunstancias, surge la pregunta inevitable: ¿Está esta administración municipal creando otro potencial «Caso Calamar» al intentar nuevamente involucrar a empresas privadas en la gestión de residuos? ¿Cómo se manejará el dinero en estas nuevas licitaciones?

No hay justificación válida para que el alcalde Astacio no continúe con el método efectivo de rutas y frecuencias utilizando camiones municipales propios, que ha demostrado ser exitoso en mejorar la limpieza y el orden urbano. Regresar en menos de cien días a prácticas pasadas que ya han demostrado ser problemáticas para la ciudad sería un paso atrás lamentable y potencialmente dañino para Santo Domingo Este.

Elaborado por Multimedios LZO, basado en textos y datos proporcionados por Fernando Buitrago

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